El Nuevo Testamento
- 30 sept
- 2 Min. de lectura
Pastora Giana Perry | 09.28.25
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🔑 Conclusión clave
A través de Jesús, ya no necesitamos un sacerdote, un ritual o un sacrificio para acercarnos a Dios. El velo ha desaparecido. Tenemos acceso directo a Su presencia, misericordia y conocimiento revelador de Él.
📖 Escrituras
Lucas 15:11-32 — El hijo pródigo: el hermano mayor (Antiguo Pacto) frente al hermano menor (Nuevo Pacto).
Jeremías 31:31-34 — La promesa de Dios de un nuevo pacto, escrito en nuestros corazones.
2 Corintios 3:7-18 — El velo se levanta; contemplamos la gloria de Dios a través de Cristo.
2 Corintios 4:1-6 — La gloria de Cristo revelada.
Hebreos 9:11-15 — La sangre de Cristo limpia nuestra conciencia para servir al Dios vivo.
🪞 Examen del corazón
¿Vivo como si el velo siguiera ahí?
¿Me esfuerzo por obtener la aprobación de Dios en lugar de recibir su amor?
¿He creído la mentira de que soy «demasiado indigno» o «demasiado poco cualificado» para conocer a Dios?
Dilo en voz alta: «Jesús pagó para que yo pudiera acercarme».
📝 Puntos clave
1. Antiguo pacto frente a nuevo pacto
En el Antiguo Testamento, las personas se acercaban a Dios a través de los sacerdotes y los sacrificios.
El pecado solo se cubría temporalmente; el acceso a Dios era limitado.
Muchos creyentes siguen viviendo con esta mentalidad del «antiguo pacto»: distantes, esforzándose, ritualistas.
2. Lo que Jesús pagó
Su sangre eliminó todas las barreras.
No necesitas un título en teología para conocerlo, solo un corazón dispuesto a acercarse.
Cuando te acercas, la vergüenza se rompe y comienza la libertad.
3. Contemplar te cambia
Bajo el Antiguo Pacto, Israel vio la gloria de Dios a través de un hombre (Moisés).
Bajo el Nuevo Pacto, vemos la gloria de Dios a través del mismo Jesús.
Si lo contemplas, lo conocerás.
Si lo conoces, lo amarás.
Si lo amas, amarás lo que Él ama, y eso rompe los ciclos del pecado.
4. El velo se levanta
En Cristo, el velo ha desaparecido; nada te separa de la presencia de Dios.
Su misericordia conduce a la intimidad, no al juicio.
La libertad en Cristo no es una licencia para pecar, sino la libertad de conocer y caminar con Dios como lo hizo Jesús.
5. Tu propósito
Hebreos 9:14: La sangre de Cristo limpia tu conciencia para servir al Dios vivo.
Si te sientes sin propósito, tu propósito es servirle.
No hay mayor alegría que servir al Dios vivo como su hijo o hija.
🔥 Desafío comunitario de esta semana
Acércate: tómate un momento cada día para simplemente sentarte en la presencia de Dios. Háblale como a un padre.
🙏 Oración
«Señor, gracias por el Nuevo Pacto. Gracias porque el velo ha desaparecido y puedo acercarme. Limpia mi conciencia, rompe la vergüenza y enséñame a vivir en tu libertad y a servirte con alegría».
